martes, febrero 14, 2012

La mentira del avaro


Voy a hablar en este breve articulo de una polémica parte de la reforma laboral aprobada mediante decreto ley por el gobierno español. Esta reforma contempla la posibilidad de que el empresario de manera unilateral modifique las condiciones de trabajo del empleado en categoría horario y salario. Con la única condición de que la empresa tenga una disminución de ventas, ni siquiera se exige que tenga perdidas.

En primer lugar esta medida me parece una barbarie jurídica que tira por suelos la figura del contrato laboral. El contrato como acuerdo entre parte debería de ser modificado únicamente por acuerdo entre las mismas. En cambio ahora el empresario puede de forma unilateral modificar aspectos esenciales recogidos en el mismo. Vemos pues que el trabajador queda a completa merced del capricho del patrón, cual siervo de la gleba al capricho de su señor feudal. Estamos caminando de un estado social democrático y de derecho al feudalismo más  abominable.

¿Y a que se debe esta patada a la dignidad y los derechos del trabajador? Pues aun planteamiento muy simple, si la empresa va mal, esta bajará los salarios a sus trabajadores, los costes de producción serán menores y aumentaran las ventas. En definitiva se pretende un aumento de la productividad. No obstante este planeamiento económico, muy elegante por su sencillez adolece de sostenerse sobre principios erróneos.

España no puede buscar su productividad mediante la rebaja da salarios. La productividad basada en mano de obra barata es el modelo de una enorme dictadura llamada China. Y España ni puede llegar a bajar sus salarios tanto como para competir con China, ni los españoles lo desean, ni nadie en su sano juicio defendería la búsqueda de la competitividad mediante el abaratamiento de la mano de obra. Nadie en su sano juicio salvo el actual gobierno.

No nos llevemos a engaño, algunos de los países más productivos de nuestro entorno, (Alemania por ejemplo) tiene salarios mucho más altos que los españoles. Y no solo eso, trabajan menos horas.

El problema de la falta de competitividad en España es la molicie de la clase empresarial. Tenemos una clase empresaria peligrosamente asentada en la cultura de la subvención; en la cultura de las bonificaciones a la Seguridad Social y de las deducciones fiscales. Tenemos una clase empresarial incapaz de innovar. Si siempre nos quejamos de la falta de I+D en España, no olvidemos que la parte del león de esa inversión es pública. La empresas de este país no saben lo que es el desarrollo. Y tampoco la innovación. En lugar de buscar nuevos productos, nuevas formas de producción o sencillamente exportar. Se conforman en un inmovilismo rentista cual nobles terratenientes de siglos pretéritos. Ya es hora de dejar de cargar el peso del país en los maltrechos hombros de una clase trabajadora cada vez más depauperada. Si ya hay un 25% de españoles al borde la pobreza, ¿que pasara si se bajan salarios? Es hora de que los empresarios “muevan el culo”. En lugar de abaratar los salarios la reforma laboral lo que debe de obligar por ley es a destinar un alto porcentaje de los beneficios a que se reinviertan en la propia empresa, y parte de esa inversión que se haga en I+D+i o en búsqueda de nuevos mercados. Solo estimulando u obligando a que se mueva la inversión puede una economía levantar cabeza y crear empleo.

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