lunes, mayo 14, 2012

La razón de ser: empresa y estado


Últimamente oigo una idea muy repetida, como si una tremenda preocupación asaltase al país y la sociedad entera. Y tan tremenda preocupación fuese vencida por una idea que anda en boca de todos. Hoy día poca preocupación mayor que el déficit de las administraciones públicas. Todo el mundo se sorprende del gasto que provoca en déficit que tanto problemas parece dar a este y otros países. Y todo el mundo llega a una misma conclusión, el estado y las empresas públicas no pueden perder dinero. El sector publico tiene que ser rentable, de esta manera no habrá déficit y todos lo males habrán sido exorcizados.

Quiero reflexionar sobre tan controvertido asunto y como toda reflexión profunda, o por lo menos que aspire a llevar el nombre de reflexión, ha de ir al fondo de la cuestión. No puede haber buena reflexión que no se remonte antes o después al principio de las cosas, a su esencia. Y siendo yo amante del orden comenzare pues por las esencias para después ir caminando hacia lo que espero sea una conclusión.

Comencemos pues analizando el carácter ontologico de tres conceptos; empresa, estado, entendido este como todo lo público, y organización sin animo de lucro.  Es decir los tres grandes sectores económicos del país, el privado el público y el tercer sector.

Por su propia definición una empresa en una organización dedicada a producir bienes y servicios, el la institución encargada de generar riqueza. Y un sistema capitalista como el que vivimos la empresa es creada por un empresario con el fin de obtener una renta. Es por tanto parte de su naturaleza el ser rentable, el proporcionar un beneficio económico a su dueño, que ha arriesgado su capital par poder ponerla en marcha.

El estado, lo público, es eso público. Es decir no pertenece a nadie y nos pertenece a todos. Es un ente creado con el fin de solucionar los problemas sociales, los problemas comunes que conciernen a toda la sociedad. Y como solucionar problemas requiere recursos, esos recursos son proporcionados por la propia sociedad vía impositiva. La cantidad de problemas que el estado ha de resolver ha ido creciendo, y si bien en un origen se limitaba a organizar la defensa militar y la convivencia mediante leyes, hoy realiza funciones casi infinitas, como infinitos son los problemas de una sociedad.

Las organizaciones sin animo de lucro son aquellas organizaciones formadas por individuos que comparten algún tipo de preocupación. Siendo conscientes de que existen problemas que no son atajados o no lo son suficientemente, por el estado intentan paliar dichas problemáticas. Su objeto por tanto al igual que el del estado es la prestación de servicios. El coincidir en ocasiones con el estado en sus objetivos hace que a menudo se establezcan relaciones de colaboración entre ambos, aportando ambos medios para un mismo fin. De esta manera el estado ahorra y la ong de turno cumple su cometido.

Vemos pues que ni la razón de ser del estado ni la de las ong es obtener rentabilidad, sino solucionar problemas sociales a los que todos o buena parte de los individuos no podrían enfrentarse por si solos.

Por ello me pregunto, ¿hacemos bien en pedirle al estado que sea rentable? Pidiéndole cosas que van contra su naturaleza, ¿no le estaremos pidiendo peras a un olmo? No digo con ello que el estado no haya de gestionar con todo el cuidado del mundo los recursos, pues nada ha de cuidarse más que lo que es del común. Más no podemos olvidar que su finalidad no es ganar dinero sino solucionar problemas. Si el estado buscase el beneficio a costa de la solución de problemas, ¿no estaría desvirtuando su propia naturaleza? ¿No estaría dejando de ser estado para ser empresa? De modo que cuando constantemente se nos insiste en la rentabilidad del estado, se nos insiste en un despropósito, en una contradicción de base. Por eso señores, lo público no ha de ser rentable sino eficaz. La razón de ser por ejemplo de la sanidad publica no es la rentabilidad, si así fuera dejemos morir a las clases pasivas y enfermos crónicos. La razón de ser de la sanidad pública es velar por la salud que a todos nos falta antes o después. Una policía no ha de ser rentable a base de multas, sino que ha de ser garante de la seguridad. Ídem justicia, educación, servicios sociales, medio ambiente, transporte y todas las actividades de un gobierno. La rentabilidad de todo aquello que no son empresas no se mide en su cuenta de perdidas y ganancias, se mide en los problemas que solucionan. Y aunque a veces no lo parezca son muchos los problemas que soluciona. Piense, si acaso su autobús aparece por arte de magia o si su basura se recoge sola.

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