viernes, enero 13, 2012

La crisis explicada desde la (ciencia) politica: Magnus Leviatán o el problema de la UE

Si la ultima vez que hable de la crisis hable de fantasmas hoy voy a seguir con los monstruos. Voy a hablar de un monstruo al que podríamos llamar “Magnus Leviatán. O como se le conoce habitualmente Unión Europea.

Cuando hablo de Leviatán, hago claramente referencia al Leviatán de Hobbes. Este filosofo ingles toma la imagen del mítico monstruo israelí pare definir al estado. El estado sería un monstruo creado por los hombres para que atemorizándolos a todos por igual, queden libres de ser atemorizados por otros hombres. O dicho de otro modo para Hobbes es estado es un ser que se crea para en caso de portarnos mal, nos de palos, Así todos tenemos miedo a los palos del estado y podemos vivir sin el miedo a que el vecino nos infle a leches.

Cuando escribiendo sobre la crisis hablo de Magnus Leviatán para referirme a la UE creo que empelo bien este calificativo. Pocas cosas puede darle más miedo al trabajador de a pie que una decisión económica de la UE. A parte de ser un monstruo creado a base de veintisiete Leviatanes.

Con la UE hemos creado un mercado común, una moneda común, regulación económica común etc. Pero hay dos cosas que no hemos creado; un gobierno común y un pueblo europeo. Se que estas afirmaciones son controvertidas pero las defenderé; No tenemos u n gobierno común, o por lo menos no en el sentido de un gobierno democráticamente elegido común. La UE la gobiernan un Consejo formado por los jefes de estado y de gobierno, a los cuales se les a elegido únicamente para gobernar su país, un parlamento con pocos poderes, elegido pensando más en calve nacional que europea, y cuyos partidos políticos hablan durante las elecciones europeas, más de los problemas domésticos que de una visión de Europa. Y el autentico ejecutivo europeo que es una comisión puesta a dedo por el Consejo. En definitiva, no tenemos unas elecciones con partidos que discutan de Europa y de las cuales surja un Presidente europeo democráticamente elegido. Por tanto lo que prima en Europa son los intereses de los países que la integran. En ocasiones poco o nada importa el interés de Europa, sino el de Reino Unido, Alemania o Francia.

Y tampoco tenemos un pueblo europeo, quizás la cosa este cambiando poco a poco con iniciativas como las becas Erasmus, pero a día de hoy la gente se sigue sintiendo más español, sueco o húngaro que europeo. Amen de la dificultad para entenderse en un espacio con veintitrés lenguas oficiales (más las no oficiales).

En definitiva aquí cada gobierno y cada pueblo mira por su propio interés. Seamos realistas, al gobierno alemán lo único que le importa es que la crisis del resto de países no le afecte. Por ello le preocupa que el déficit se reduzca a ultranza. Nada le importan los enormes sacrificios y el inenarrable deterioro de la calidad de vida y de derechos que estamos sufriendo españoles, griegos, portugueses, irlandeses etc.

Y lo peor de todo es que el ciudadano griego o español esta indefenso antes ese Magnus Leviatán. Las soluciones draconianas a los problemas, que solo hacen engendrar nuevos problemas a la población, vienen de Europa. Y la respuesta del ciudadano, si no quiere ser aplastado por la indiferencia, ha de ser europea. Hemos de entender que los problemas de un ciudadano griego no son diferentes a los que sufre un italiano, y mañana quizá un francés o un alemán. Hemos de luchar por una Europa social, como un pueblo europeo unido. Hoy una huelga general no es nada, y menos en un país geográficamente apartado. Hoy la huelga, la reivindicación, el sindicato, la manifestación han ser europea. Los europeos hemos de unirnos como pueblo y decidir democráticamente como queremos vivir, con que derechos y con que forma de organizar la economía. Y esta es la única manera de conseguir una Europa unida y cohesionada.
De otra manera, con el actual sistema, lo único que se consigue es que lo mejores trabajadores huyan despavoridos a aquellos países de Europa con mejores condiciones de vida y más derechos sociales, dejando a los países periféricos sin la materia gris capaz de hacerles crecer. Se acentúa de esta manera los diferentes niveles de desarrollo en Europa. Los estados han de competir ofreciendo las mejores calidades de vida a los trabajadores y no recortando sus derechos. Y esta competencia a de desarrollarse en un marco común, en el que se garantice unos mínimos sociales a todos los trabajadores de la UE. Si hemos de vivir juntos habremos de hacerlo en las misma condiciones. Si no sucede así, si unos países ofrecen grandes calidades de vida y otros miseria, el único futuro que le espera a Europa es su desintegración.

1 comentario:

  1. Anónimo1:22 p. m.

    Muy acertado tu post, te lo agradezco. Un abrazo, amigo. Javier Vega Gómez.

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