Hoy venía de trabajar y he visto un anuncio en una parada
de autobús. Era una campaña de una ONG en la que aparecía una bala y una
cápsula y preguntaba ¿tú de que lado estás? El anuncio me ha llamado la
atención, en primer lugar por plantear esa dicotomía bala (malo) pastilla
(bueno). Parece una dicotomía muy lógica aunque no lo es tanto. Sin la
disuasión potencial de las balas de fuerzas de la ONU u otros organismo hay
partes en las que esas ONG tan bien intencionadas no sobrevivirían ni dos días.
No obstante la campaña me parece buena, lo suficiente como para captar mi
atención y hacerme reflexionar sobre la misma. Y es que las campañas de las ONG
han cambiado mucho. No nos engañemos las ONG hacen publicidad como cualquier
empresa. La empresa pretender vendernos un producto y la ONG nos vende otras
cosas, tranquilidad de conciencia, ideales, etc. El caso es que ambas quieren
lo mismo de nosotros; nuestro dinero. La empresa para obtener beneficios y la
ONG para conseguir recursos con los que cambiar el mundo según su visión. Y
para ello las ONG antes hacían unas campañas de marketing muy agresivas. Sí, ya saben, esas en las que tras un
casting encontraban al negrito que daba más pena del poblado, le sentaban en el
suelo, esperaban que se cubriera de moscas y fotógrafo profesional hacia una
lastimera foto en blanco y negro. No quiero decir que engañaran a nadie, ese
niño existía, como existían las moscas que le cubrían. Sencillamente nos
mostraban una parte de la realidad, la parte que más fondos daba y la parte que
precisamente querían cambiar. Pero las campañas han cambiado. Antes buscaban la
lastima, ¿a quien no iba a darle lastima en niño a punto de morir de hambre?
Pero ya no buscan la lastima, en primer lugar por que uno se acaba
acostumbrando a los estímulos, el negrito cada vez daba más pena, otro motivo
es que la gente se desanima, venga a dar donativos y los negritos siguen igual
de mal... ¿si no hay solución para que molestarse en dar dinero? Y el motivo
principal, que la lastima se pasa, es un sentimiento puntual, te da pena y das
dinero te olvidas de la pena y no vuelves a dar dinero. Hoy ya no se busca la
lastima de muchos se busca la solidaridad de unos cuantos. Hoy se busca gente
comprometida con una causa, lo suficiente como para hacer una pequeña donación
mensual. Quizá no dé mucho dinero, pero es un dinero estable que llega todos
los meses. Y eso es lo que necesitan las ONG, ingresos fijos con los que
sostener sus gastos. Y hoy más que nunca. No hace falta ser un lince para darse
cuenta que el sector no pasa por su mejor momento. Con solo dar un paseo por
Madrid uno se puede encontrar con personal (contratado y a comisión, no nos
engañemos no está la cosa como para trabajar gratis) convenciéndote que te
hagas socio de su ONG. Anteayer sin ir más lejos en una acera me intento
convencer una ONG, y al cruzar la calle otra diferente. Y la verdad es que la
situación es preocupante. Muchas de estas ONG son enormes y al parecer
necesitan fondos. ¿qué será de las pequeñas que no pueden permitirse la inversión
que requiere una campaña de captación de fondos? Y no solo eso. Hoy en día el
mundo funciona en buena medida gracias a las ONG. En España sin ir más lejos si
desapareciesen Caritas y la Cruz Roja, ¿cuánta gente no tendría un bocado de
pan que llevarse a la boca? No solo eso, las ONG emplean a mucha gente. Gran
parte de su actividad la hacen voluntarios, pero siempre es necesario personal
contratado, personal técnico cualificado que permanezca en la organización, y a
día de hoy la cantidad de gente que trabaja en ONG es muy grande. Como es
grande la cantidad de recursos que consumen. Seamos sinceros, hoy en día las
ONG, son un sector económico muy importante en la economía de esté país. Un
sector que pasa por dificultades. Hay más donantes pero de muy pequeñas cuantías,
las grandes empresas han reducido sus colaboraciones y el estado ha reducido e
incluso eliminado determinadas subvenciones. El sector de las ONG pasa por
malos momentos, la necesaria austeridad no es amiga de la imprescindible
solidaridad. Y lo peor no es eso, si el sector cae, no solo ira un montón de
gente al paro, sino que no habrá quien palie las necesidad de los que ya lo
pasan mal. Quizá haya sectores cuya caída fuese peor para la economía, pero
ninguno al caer causaría tal catástrofe social.
Y esto nos demuestra una cosa, que ser solidario, también
beneficia al que da y no solo al que recibe.
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